En una tele llena de gatos, de grasas, de suciedad, de falsas divas, de latas... en fin, en una tele llena de mierda, ver un programa como "Tratame bien" es sentir puro placer.
Pol-Ka es la escuela Argentina de los buenos unitarios (unos pocos ejemplos bastan para sostener esa idea: "Locas de amor", "Vulnerables", "Mujeres asesinas", "Botines", etc)
Pero hay que decir que la productora de Suar y Blanco, se va superando en cada producto que va sacando al aire.
Son todas peliculas de casi una hora, todos los capítulos estan tratados y terminados como cine. Las locaciones, la iluminación, los planos elegidos... todo es cine en la pantalla de la tele.
Por todo eso ver "Tratame bien" es aprender a hacer televisión. Es disfutar un guión perfecto, que es actuado de manera perfecta y que es llevado a la pantalla de forma perfecta. Es un programa que da orgullo.
Tener a Julio Chávez dando clases de actuación cada miércoles es un lujo. Es un tipo tan pero tan creíble. Uno siente que se le estruja el corazón al ver a ese José que va perdiendo en todas las situaciones.
Y ver a actuar a Cecilia Roth es un placer total, uno la ve disfrutar mientras actúa. Es una actríz de las que quedan pocas, ella con una mirada transmite lo que otras precisan parrafos de palabras para hacer entender.
Los terapeutas (Norman Briski, María Onetto y Cristina Banegas) son tremendamente creíbles, uno, mientras mira el programa, siente que espía reales sesiones de terapia.
El elenco estable del unitario se completa con los hijos de la pareja (interpretados por María Alche y Martín Slipak) que realmente están a la altura de los monstruos que los rodean.
Insistimos, si todavía no lo viste estas a tiempo. Todos los miércoles podés encontrarte con el programa que (estamos seguros) estará entre los mejores del año.